Los Tesoros de Manolo.

Motocarro Villers
Hola a todos,

Llevo tiempo sin escribir, pero he estado de vacaciones, así que el parón ha sido obligado, ya estamos de vuelta así que el post de hoy no lo voy a hacer yo, lo va a hacer Manolo de Ourense, y que nos ha mandado fotos de algunas de sus teroros y nos ha contado su historia, sin más preámbulo aquí os dejo su historia.

Tengo un amigo de la que vivía (no murió, se cambió de domicilio) en un pequeño pueblo de Ourense. Tenía (si, murió de una subida de azucar, vivía solo y no se cuidaba) un amigo en dicho ayuntamiento con un pariente que en su tiempo fué mecánico (tambien finiquitado) en cuya casa guardaba la vespa, la lube y otros dos restos de ciclomotores. La madre del mecánico tiene un perro guardian que quería vacunar. En esa época yo era veterinario rural y mi amigo, sabiendo mis gustos chatarriles, me dijo que tenía un trabajillo para mi. Cuando me lo comentó, fuimos mi cuñado y su camioneta, dos amigos y yo. No contaba con esas motos pues no me dijo nada de marcas. Cuando las ví lo primero que le dije a la señora fué que me las vendiera. Estaban en unos pajares adosados a la casa y en buen estado. Ni miré al perro que tenía que vacunar. Como podrás entender, la vespa me encantó por su antiguedad y buen estado, la lube en un primer momento no la reconocí. Las otras dos eran una movilete y unos restos de montesita 50cc. en muy mal estado. Cuando iba a negociar el precio mi amigo, le dijo a la señora que yo quería todas las motos y no sólo una, y por supuesto a buen precio. Cuando la buena de la señora me dijo el precio de todo, bastante asequible, mi corazón chatarreril subió de revoluciones. No quise cobrarle la vacuna del perro, cosa que mis amigos me reprocharon, pero ya me pareció suficiente negocio, yo soy así de tonto. Aparte, mi cuñado y amigos se rieron de la chatarra, según ellos, que me llevaba a casa. No son como nosotros, los chapucillas chatarreriles autodidactas.

En el caso del motocarro, también lo conseguí gracias al mismo amigo, mi gran amigo. A parte de buscarme trabajo como veterinario, me llevaba a sitios interesantísimos que conocía. En este caso se trataba de un anciano muy simpático que se había dedicado a ir de pueblo en pueblo haciendo las «mallas», que aquí en Galicia es trillar el centeno y separarlo del grano. Contaba con una «malladora» o trilladora antiquísima de madera tallada con dibujos y unas ruedas de metal muy chulas. En un pajar tenía todo el tesoro. Cuando lo ví por afuera era como los sitios que aparecen en esta serie de la sexta 2, me parece que se llama «los cazatesoros». Pues sí, afuera del pajar tenía esa malladora y una vieja furgoneta azul 2 cv preciosa pero algo deteriorada por la intemperie. Cuando abrió la puerta del pajar lo primero que ví fueron dos antiguos ciclomotores, un gran motor estático, muchos hierros desconocidos, tablas, un separador de grano de madera, herramientas antiguas….. y en el fondo de todo, tapado por restos de origen desconocido, estaba el motocarro, un Roa motor hispano villiers, en muy buen estado, tal como aparece en las fotos que te mandé.  Despues de muchas batallitas del Señor, acordamos un precio por todo el lote. ¿que lote?, me dijo él al principio, pues todo, le dije inocente de mí. De eso nada, señor veterinario, se lleba lo que me moleste y no más. Bueno, se acabó el negocio, pensé yo, y de repente, surge de entre las tinieblas del pajar mi amigo, le dijo al pobre Señor con su bozarrón: véndele al chabal lo que le guste y se acabó el carbón. Ante el acojonado Señor me llevé la malladora en un camión, que por cierto, le iban cayendo las tablas por el medio de los pueblos que pasábamos, ¡que verguenza!!!. Para el otro día me llevé la furgoneta. A la semana siguiente le tocó al motocarro y un ciclomotor torrot en muy buen estado también. Por cierto, me dejé en el sitio un motor mv agusta 150 y restos de al misma ¡cuanto me arrepiento!!. Como en casa de mi padre no tenía mucho sitio, guardé todo en la casa del cura de mi pueblo. Cuando mi padre me vió con toda esa parafernalia se llevó las manos a la cabeza. ¡menos mal que mi amigo el cura le dijo a mi padre que todo era para él!!!  Son cojonudos.

 Bueno, ya no te aburro más, estamos en contacto y un abrazo, Tosale….

Y aquí los Tesoros!!!

La verdad es que me encantó leer toda la historia, espero que a vosotros también os gustase. ya me diréis.

Un saludo y gracias por leernos (en este caso a Manolo)

Muchas gracias Manolo por tu correo.

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